A las siete de la mañana, la ciudad apenas despertaba. Alex se paró frente al espejo del probador, recorriendo con la mirada cinco pares de gafas; ya no se trataba de una simple elección de ayuda visual, sino de una sutil declaración de identidad para ese día. Finalmente, sus dedos se posaron en unas clásicas gafas de sol de lectura, cuyas lentes ámbar reflejaban un cálido resplandor a la luz de la mañana. Estas gafas lo acompañarían durante sus lecturas matutinas, filtrando la excesiva luz del sol mientras disfrutaba de un café y libros en el balcón. Para los urbanitas modernos como Alex, las gafas han trascendido su función y se han convertido en un puente de estilo que conecta diferentes escenarios de la vida.
08-28/2025