En el mundo de las gafas, el estilo suele ser el protagonista. Nos atrae la forma de las monturas, el prestigio de la marca y cómo nos favorecen. Sin embargo, la verdadera medida de unas gafas de sol o de vista superiores no reside en su apariencia externa, sino en las sofisticadas tecnologías, a menudo invisibles, integradas en sus lentes. Para el consumidor exigente, comprender estas características es fundamental para invertir con conocimiento de causa tanto en el rendimiento visual como en la salud ocular a largo plazo. Cinco especificaciones clave se han convertido en señas de identidad de la calidad: protección UV400, lentes resistentes a los impactos, revestimiento antirrayas, la opción de lentes espejadas y la disponibilidad de diseños compatibles con lentes graduadas. Este artículo analiza en detalle estos cinco pilares de la excelencia, explicando la ciencia que los sustenta y por qué son imprescindibles para unas gafas de alto rendimiento.